Real Madrid- FC Barcelona: El fútbol ya no es un juego de equipo

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Xavi Hernández conduce la pelota presionado por Luca Modric en un clásico anterior.
Xavi Hernández conduce la pelota presionado por Luca Modric en un clásico anterior. Benito ordóñez< / span>

Las individualidades condicionan demasiado el choque entre los dos conjuntos más poderosos

25 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Llegó el momento. Otra vez. Y no por mucho repetirse (un par de veces en la temporada liguera) pierde encanto. La historia de la Liga vio pasar 168 clásicos. El Real Madrid se llevó setenta y el Barcelona, sesenta y seis. Los dos últimos, uno para cada uno.

Después de clásicos que ponían de los nervios, de los de la eclosión azulgrana y la recuperación blanca, llega el de esta tarde con protagonistas inéditos tanto en el banquillo como sobre el césped. Muchas dudas se ciernen sobre el primero de la Liga 2014-2015, que coge al Barça líder con veintidós puntos y al equipo anfitrión tercero con dieciocho. Estas son algunas de ellas.

¿Será clave en la lucha por el campeonato?

No lo parece. En primer lugar, porque se trata todavía de la novena jornada (no se ha consumido ni un tercio de la competición). Además, aunque son los dos claros candidatos al título, el Barcelona no ha perdido y el Madrid solo dos, las sensaciones que arrojan ambos no son las de permanecer invictos hasta el final de temporada. El Atlético se encargó de demostrar la pasada temporada que el escenario del fútbol español ha cambiado.

¿Volverá a reducirse a un duelo entre Cristiano Ronaldo y Messi?

El arranque de temporada que han firmado ambos futbolistas invita a pensar que serán la piedra angular del partido. Cristiano Ronaldo lleva quince goles en ocho partidos. Y Lionel Messi puede superar a Zarra como máximo goleador de la historia de la Liga. El argentino lleva 250 goles y el de Erandio firmó 251. Si antaño había actores principales que se arrogaban protagonismo por encima de Cristiano y Messi como Iniesta o Di María, esta tarde no es probable que suceda. Con todo, no hay que subestimar el poder de asociación que tienen Neymar y Messi (el argentino le ha regalado cinco goles al brasileño) ni la afinidad entre James y Cristiano Ronaldo, patente en el partido de Liga de Campeones contra el Liverpool en Anfield.

¿Cómo puede influir la ausencia de Bale y la presencia de Luis Suárez?

La lesión del galés rompe el tridente atacante que tan buenos resultados le ha dado a Ancelotti, y le podría obligar a formar con un 4-4-2. En este dibujo, Isco ha demostrado estar a la altura. La presencia de James junto al andaluz ha sido suficiente para mantener el ritmo goleador de Cristiano Ronaldo, principal beneficiado de los pases de ambos. Por otra parte, el posible debut de Luis Suárez (Luis Enrique prometió públicamente que le daría minutos) tras cumplir sus cuatro meses de sanción tendrá un efecto más anímico que propiamente futbolístico. El simbolismo de un refuerzo para un club que no puede fichar por sanción.

¿Discutirá Ancelotti la posesión del balón al Barça?

Todo parece indicar que la ausencia de Bale será la excusa perfecta para que el Real Madrid renuncie a la verticalidad pura e intente, en función de la actitud del Barcelona, hacerse con el control, del balón. Sin embargo, el mediocampo posee un matiz interesante: la participación de Kroos en lugar del ahora jugador del Bayern de Múnich Xabi Alonso. El alemán podría ser más útil a la hora de facilitarle al Madrid el mando sobre el partido, pero no tanto si lo que pretende Carlo Ancelotti es destruir las mismas intenciones del Barcelona.

¿Qué peso tendrán los guardametas?

Claudio Bravo e Iker Casillas han sido centro de atención en lo que va de temporada, de una manera u otra. El portero del Real Madrid se encuentra en plena gestión de su otoño deportivo y no está siendo precisamente una etapa tranquila para él. Con todo, es el guardameta titular en la portería blanca. Claudio Bravo, gran apuesta de Luis Enrique, llega al clásico sin haber encajado un solo gol. Esta tarde, uno de los dos será el damnificado por los excesos goleadores de los dos equipos más efectivos de la Liga.