Fue el momento de la noche. La arrancada de Gareth Bale desde su propio campo para completar un contragolpe que quiso protagonizar solo decidió el título de la Copa del Rey. El galés hizo gala de su potencia física y recorrió más de sesenta metros en unos ocho segundos, con la única oposición del lesionado Marc Bartra. El canterano del Barcelona intentó desequilibrarlo en carrera y solo consiguió que tuviese que trazar una curva en su trayectoria, pasando precisamente por el área técnica barcelonista. Retomó el camino Gareth Bale y de nuevo con el balón bajo su control, chutó para marcar el 1-2 por entre las piernas del guardameta José Manuel Pinto, que pudo haber anunciado en las últimas horas su salida del Barcelona. fotos alberto estévez EFE, albert gea reuters, dani pozo afp