Johnny Depp: «El poder requiere dejar de lado todas las emociones»

María Estévez LOS ÁNGELES / COLPISA

CULTURA

SEBASTIEN NOGIER | EFE

Regresa al cine con «Jeanne du Barry», donde da vida al rey Luis XV, un papel en francés hecho «desde la vulnerabilidad del personaje»

23 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Dice el actor estadounidense Johnny Depp (Owensboro, Kentucky, 60 años) que su película Jeanne du Barry no es su regreso al cine porque él no se ha ido a ninguna parte. Lo cierto es que el intérprete protagonista de la saga Piratas del Caribe ha estado más en los medios de comunicación durante los últimos cuatro años por los juicios con su exesposa Amber Heard que por su trabajo para la gran pantalla. Convertido en Luis XV, Depp se trasladó al palacio de Versalles de la mano de la directora gala Maïwenn, quien le ofreció el papel en su nueva película contra viento y marea.

El actor, atrevido como pocos, rueda su primera cinta en francés en una trama que narra la extraordinaria vida de Jeanne du Barry, una niña nacida en un entorno modesto que ascendió en la sociedad hasta convertirse en la amante favorita del rey. Naturalmente, la historia de este personaje escandaloso cuenta con un reparto asimismo prestigioso: Benjamin Lavernhe, Pierre Richard, Noémie Lvovsky, India Hair, Pascal Greggory y Melvil Poupaud arropan a Depp como un rey taciturno pero romántico.

La película Jeanne du Barry, coproducción franco-británica, llegó este viernes a las salas comerciales.

—¿Alguna vez soñó usted con ser rey?

—No. Nunca he aspirado a ser un rey. Es más, nunca pensé que nadie fuera a pagarme por interpretar a un monarca, ni tampoco yo aspiraba a serlo. Supongo que se han dado una serie de circunstancias en mi vida que me han llevado a tener una cierta relación con el personaje. Cuando entiendes realmente lo que significa ser un rey y estudias el microcosmos de su vida en sus momentos más privados, entonces, en última instancia, piensas en el ser humano. Para mí ha sido como cualquier otro papel: he estudiado su vulnerabilidad, sus debilidades, sus fortalezas, la confusión recurrente. Ni siquiera un rey tiene respuestas para todo lo que le sucede. Creo que, al fin y al cabo, he hecho el retrato de alguien con sus miedos y sus demonios. Es una persona normal que se ha educado con muchos privilegios y ha sido moldeada para dejar de lado sus emociones. Eso es lo que requiere el poder.

—¿Pudo conectar con el personaje?

—He intentado hacer el personaje desde su vulnerabilidad. La representación del rey francés Luis XV no es una biografía, sino un momento de su vida en el que se mostraba normal. En mi caso, entiendo que es posible cultivar una personalidad dentro de la intimidad y ver una caricatura de ti mismo en los medios de comunicación. Del rey se ha cultivado una imagen que llega mucho antes al público que la realidad. También a mi alrededor existe una nube de confusión. A veces, sería bueno simplemente investigar.

—¿Le afecta la fama?

—Me gustaría poder pasear por la calle, vivir un rato como una persona normal, llevar a mis hijos de compras o al colegio. Hay cosas que la fama no te permite hacer, y en ese sentido podía conectar con mi personaje. Me he visto obligado a vivir de puertas para dentro, en un microcosmos. Lo último que quería cuando mis hijos eran pequeños era que me vieran como alguien diferente, extraño, incapaz de salir de casa. Cuando la gente se acerca y te pide un autógrafo o quiere hacerse una foto y tus hijos son pequeños, ellos entienden desde muy temprana edad que eso no es normal. Entonces, comienzas a eliminar ciertas cosas de tu vida que simplemente ya no puedes hacer. Y eso es parte del sacrificio. Quiero decir, la idea del anonimato para mí murió hace mucho tiempo. Fue algo a lo que tuve que acostumbrarme, y creo que Luis XV tuvo el mismo problema.

—Presentó la película en Cannes: ¿qué significó para usted regresar a una alfombra roja?

—Fue muy emocionante sentir el cariño del público, subir las escaleras del palacio, algo que he hecho varias veces con diferentes películas. Siempre es maravilloso sentir el reconocimiento, pero en esta ocasión, después de estar tan jodidamente expuesto como he estado, me sentí incluso mejor. Tampoco creo que haya que llamarlo regreso. Yo no me fui a ninguna parte. Tal vez no pensaron en mí para trabajar y no me permitieron hacerlo, pero nunca renuncié a mi carrera.

«Ha sido un reto maravilloso rodar en otro idioma»

No niega Johnny Depp que le sorprendió la llamada de la directora y actriz Maïwenn para trabajar en su filme e interpretar al monarca Luis XV.

—Le estoy muy agradecido a Maïwenn porque es una mujer muy inteligente. Desde que me ofreció el personaje me sentí dispuesto a interpretarlo. Quería hacerlo, aunque deseaba asegurarme de que podía trabajar en francés. Con este papel he tenido que salir de mi zona de confort porque he tenido que aprender mis líneas en francés. Es otro idioma, otra cultura, otra forma de pensar, de entender a las personas. Pero me alegro de que ella persistiera para contratarme y me alegro de haberme resistido un poco. Maïwenn fue muy paciente conmigo mientras aprendía los diálogos porque incluso me permitió improvisar si era necesario durante el rodaje. Ha sido un reto maravilloso rodar en otro idioma. Le estoy muy agradecido por su confianza.

—¿Por qué se resistió?

—No fue mucho [risas]. Creo que Maïwenn fue una directora muy valiente al elegir a un campesino de Kentucky para asumir el papel del rey Luis XV en su película. Cuando recibí el guion con mi nombre pensé que era un error ortográfico. Maïwenn y yo terminamos en la habitación equivocada al mismo tiempo. No tenía dudas de poder interpretar al personaje, ni siquiera el lenguaje me intimidó, fue su coraje por contratarme lo que realmente me sorprendió.