Kepa Junkera: «Lo tenía muy claro. Galicia sería mi primera salida tras el ictus»

Patricia Blanco
PATRICIA BLANCO CARBALLO / LA VOZ

CULTURA

Kepa Junkera, el pasado 5 de diciembre, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde presentó «Berpitzu», el libro que recorre su carrera musical y su vida.
Kepa Junkera, el pasado 5 de diciembre, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde presentó «Berpitzu», el libro que recorre su carrera musical y su vida. Efe

El maestro de la trikitixa trae este viernes a la Costa da Morte su «renacer»: «Berpitzu». Primera parada: Fisterra

28 abr 2023 . Actualizado a las 12:15 h.

Kepa sigue siendo Kepa. Y está aquí, de vuelta, en Galicia. Con su característico humor, con esa humildad sincera que no roban los premios, con el deseo de seguir dando aun cuando algo, o quizás mucho, se haya tenido que quedar por el camino. La movilidad, el habla fluida. Condensa sus mensajes, pero no pierde capacidad de comunicación ni emoción. «Por favor, trátame de tú, soy uno más», responde cuando se le pregunta si siente que este viernes unirá dos extremos, que volverá a comenzar en el fin. En el fin del mundo, que es donde estará esta tarde, a las 19.00 horas, en el primer hotel literario de Galicia, el Bela Fisterra, justo donde ofreció su último concierto antes del ictus que sufrió en diciembre del 2018. Pasaron cuatro años y medio. Y una pandemia.

A él vuelve con Berpitzu, un libro y un documental que viajan entre el antes y el después de ese día en la vida de un artista que revolucionó la música tradicional vasca y la catapultó al mundo: Berpitzu es el «renacer» de Kepa Junkera (Bilbao, 1965). «Lo de unir lo hicieron mucho antes, todo mi respeto para las personas que lucharon por esta preciosa tierra», afirma el maestro de la trikitixa. Esta será su primera salida del País Vasco tras su golpe vital. Renacerá, curiosamente, en la Costa da Morte: «Algo tenía muy claro. La primera salida iba a ser en Galicia, si me querían y me aceptaban». Y cómo no, si este finisterrae vibró con él en la Carballeira de Zas, en el festival VdeValarés, en el Asalto ao Castelo de Vimianzo, en el dolmen Dombate, en la pequeña aldea de O Couto o en Muxía, desde el hórreo de maíz fresco del recordado Pazos de Merexo, innato tocador del acordeón diatónico al que él, con decenas de álbumes, convirtió en maestro.

Kepa estará en Fisterra rodeado de amigos, y llega a corazón abierto: «Bastante nos ha dado ya [la Costa da Morte]. No necesitamos llevarnos nada. Siempre estaremos en deuda con esta tierra». Lo extiende a Galicia cuando se le recuerda que Galicia es suya, porque Galiza llamó a uno de sus discos, un trabajo coral que lo unirá siempre a este extremo atlántico: «Te agradezco que me metas en vuestra familia. Galicia. Un honor inmerecido. Siempre intenté estar a la altura de la alegría, generosidad, inspiración... Pero el listón está muy alto, en las nubes», afirma. Para Berpitzu se han unido muchas voces que vierten nuevas miradas a su obra: «Si de algo estoy agradecido es de tantas personas que me han ayudado y ayudan. Sin ellos hubiera sido imposible». ¿Siente que ha renacido? Quizás, pero no pretende ser ejemplo de nada: «Ejemplo son otros y otras. Solo intento devolver lo que me han enseñado, y Galicia es un ejemplo».

Junkera, con su libro «Berpitzu».
Junkera, con su libro «Berpitzu».

Kepa sigue siendo Kepa cuando se le alude a un cariñoso mensaje que le dejaron en redes: «Si le hiciesen una radiografía, se verían notas musicales». «Es una idea muy bonita —concuerda—, pero mejor no la hacemos y que se lleven un susto con lo que ven». He ahí quien, al hilo de lo que se ve en el documental, llamaron cariñosamente «encantador de serpientes». La cinta, para ver y escuchar, se estrenó en el Festival de San Sebastián y este sábado, a las 12.00, podrá verse en los cines A Xunqueira de Cee. Por la tarde, a las 17.00, Kepa se trasladará a O Couto (Ponteceso), donde la Fundación Pondal lleva decenios salvaguardando país, una visita en la que también colabora el colectivo Ponteceso Cultura Permanente. Todo es de acceso libre.

Quizás no sea acertado preguntar a Kepa Junkera qué vendrá después, tras este viaje iniciático a la Costa da Morte: «Galicia es el mundo. Deberían todos sentirla, pondría en las escuelas a enseñar lo que se siente en Galicia». Es el ahora.