Cortan una salida a la N-6 en Iñás sin previo aviso a los vecinos de la calle
OLEIROS
Primero les colocaron unos bloques y, recientemente, una valla quitamiedos
09 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.En un rincón de Iñás (Oleiros) se sienten atrapados y traicionados. Son los vecinos de la calle Mandín, una vía que, hasta enero pasado, tenía conexión directa con la N-6. De hecho, esta era la salida natural de los residentes de Soñeiro, en el municipio de Sada.
Pero el lugar fue poco a poco bloqueándose sin previo aviso a los residentes de esta vía y las calles adyacentes, muy cerca del hipermercado de plantas Jardiland. «En xaneiro apareceu pechado sen que ninguén nos dixera nada, puxeron estas lousas e uns conos, e na parte de arriba colocaron un cartel de prohibido o paso excepto residentes», relata Ánxeles Lesta, quien vive en la primera casa de esta hilera más próxima a la carretera nacional.
El espacio entre las casas y la vía también se fue transformando. Los obreros asfaltaron y alisaron un gran círculo donde dibujaron con una línea blanca una pequeña glorieta de 3,15 metros de diámetro. Ánxeles se refiere a ella como «a empanada». Cuando los vio pintando intentó enterarse del objetivo de aquellos trabajos. Le dijeron entonces que la finalidad de la glorieta es dar salida para los coches que, por la inercia de tantos años, hagan caso omiso de la señal de prohibido el paso y tengan un sitio donde girar. Es decir, una rotonda para despistados. Y el acceso está cada vez más bloqueado. Después de los bloques y los conos, los vecinos de la calle Mandín vieron cómo colocaban el quitamiedos delante del acceso de toda la vida. Era la puntilla definitiva.
La indignación crece en Ánxeles cuando señala el ancho espacio creado en el camino a Jardiland por el interior del quitamiedos paralelo a la N-6. Ocupado por una farola y la base de una de las gigantescas señales que indican las direcciones antes del remonte en sentido Madrid, los vecinos consideran que este espacio está desperdiciado por el proyecto de la obra de conexiones, ya que podría ser un vial de acceso de incorporación. «E non obrigarnos a saír agora polo Jardiland, de onde veñen os coches da vía Ártabra, e non moi lentos precisamente, é un perigo», se queja la vecina. Precisamente estos días han cambiado el diseño de entrada y ocupación de este tramo de la N-6 a causa de un gran derrumbe de tierra y bloques, que llevará varias semanas para su reparación en un tramo que había entrado en funcionamiento el verano pasado.
En el momento de la charla aparece un Peugeot de color negro cuyo conductor muestra cara de extrañeza. Procede de la carretera de Soñeiro. Llega hasta la vieja salida y acaba dando la vuelta a la pintura blanca. «Ves? Para iso serve a rotonda, para os despistados», ironiza Ánxeles Lesta, quien se queja de que nadie les hubiera avisado del cierre, ni siquiera a través de los buzones. Ella misma envío dos escritos, al Concello de Oleiros y a la Demarcación de Carreteras del Estado, pero sin éxito en la respuesta.
Aún hay más quejas. Donde hoy está la minirrotonda antes estaban los contenedores de basura. Ahora los han colocado al lado de la casa de Ánxeles. Y, según relata, los camiones de la basura evitan dar el giro en la nueva instalación y optan por dar marcha atrás en la calle Molina, «cos pitidos que tanto molestan con esas manobras», explica la vecina de Iñás.
El cierre de Mandín fue llevado al último pleno de Oleiros por el concejal del BNG, Iván Roca, quien lo presentó a través de una pregunta. En su respuesta verbal, el alcalde le dijo entender las molestias, pero se mantiene al margen porque a él no le habían comunicado las obras. «Pero como as entendía correctas decidiu non protestar», explica Roca. «O alcalde dixo que manter a saída da rúa Mandín era un perigo e que a nova a través de Jardiland é óptima», añade el edil nacionalista.