Un dato para la esperanza, las mujeres ya no están tan solas en Informática: «En Tecnoloxía era la única chica en mi clase, en Ferrol»

Mila Méndez Otero
mila méndez A CORUÑA / LA VOZ

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ANGEL MANSO

Las mujeres son el 19 % de los alumnos de primero y duplican las cifras de un decenio en la facultad de A Coruña, la veterana de Galicia

08 abr 2024 . Actualizado a las 10:21 h.

Fue en su entorno de amistades, cuenta Lucía Acebo, una de las alumnas que este año comenzó el grado de Enxeñaría Informática en la Universidade da Coruña (UDC), donde le metieron cierto miedo en el cuerpo. «¿Estás segura que quieres estudiar eso? Son todo chicos», le preguntaban. Afortunadamente, dice hoy sonriente, no se dejó llevar. «Cuando era pequeña pensaba que lo mío era la biología, hasta que tuve un buen profesor de tecnoloxía. En esa optativa, en cuarto de ESO, era la única chica de la clase», subraya esta estudiante de Ferrol.

La historia de Lucía le suena familiar a Ángela, de Boiro. «Me decían eso de que iba a estar yo sola con hombres. Me dio un poco de miedo al principio, es verdad, pero sé que es lo que quería estudiar», dice resuelta. Tanto los profesores de secundaria como las actividades para acercar las tecnologías a los alumnos fueron esenciales para descubrir su pasión.

Un trabajo constante, como de hormigas, en el que participan docentes universitarias como Virginia Mato, directora de la cátedra Aldaba, que trabaja para romper estos estereotipos con iniciativas como los campamentos de verano para niños desde los seis años. «Hay que empezar en la escuela. Una de las razones por las que se cree que las chicas no se decantan por las ingenierías, y en particular por informática, es por desconocimiento», remarca.

Este año la Facultad de Informática de la UDC, la veterana de Galicia, celebra una cifra. Las alumnas matriculadas en primero para el curso 2023-2024 son el 19 % del total. Aunque apenas suponen una de cada cinco, duplican los registros de la promoción del 2010/2011, cuando se creó el grado (antes era licenciatura), y cuando las mujeres apenas eran el 8 % de los matriculados. Una brecha que en diez años se mantuvo en valores «desalentadores», entre el 8 y el 13 %. Un caso generalizado en todas las facultades españolas.

«Somos prudentes, un 19 % no es para estar satisfechos, pero es un dato muy positivo», afirma Virginia Mato. Su compañera docente, María Martínez, participa en el programa Inspira Steam, para dar a conocer las TIC en colegios. «Una vez que estas alumnas terminen y cuenten su experiencia, poco a poco, creo que se va a ir rompiendo el desequilibrio. No se trata de que todas las mujeres estudien ingeniería informática, sino de que, si a alguna le apetece, vea que puede hacerlo», dice Martínez.

manso.Sentadas, a la izquierda, las profesoras Virginia Mato y María Martínez, junto a un grupo de alumnas de primero de Enxeñaría Informática y Ciencia e Enxeñaría de Datos, de la UDC
Sentadas, a la izquierda, las profesoras Virginia Mato y María Martínez, junto a un grupo de alumnas de primero de Enxeñaría Informática y Ciencia e Enxeñaría de Datos, de la UDC ANGEL MANSO

Es un cambio tibio, pero la mayor presencia de chicas se percibe en los pasillos o en la cafetería. «Ves un ambiente más mixto, diverso», celebra Virginia Mato. «No es un capricho. Si todos los sistemas tecnológicos que marcarán el futuro los desarrollan hombres, el punto de vista será eminentemente masculino», alega.

Las altas salidas profesionales son otra razón para que las jóvenes no se desenganchen. «As tecnolóxicas demandan mulleres nos seus equipos de traballo e en roles de dirección», ilustra la vicedecana Paula Castro.

Para las estudiantes es ante todo una cuestión de vocación, y no siempre es fácil descubrirla. «Estas iniciativas de divulgación están xenial, pero están lonxe de chegar ao rural. Son de Carnota, a unha hora de Santiago, tívenme que mover eu para descubrir esta carreira», refleja Lúa Rico, que cursa Ciencia e Enxeñaría de Datos, otro de los grados que se puede cursar en la Facultade de Informática, junto al más reciente, de Intelixencia Artificial.

«Sempre tiven interese nas mates. Comecei a investigar por redes sociais e atopei un rapaz en Youtube que facía esta carreira noutra comunidade», revela Clara, de Santiago. Nuevos códigos y vías para luchar contra esta fuga de talento.