La ejecutiva veta la entrada de la prensa al único cara a cara entre sus alcaldables para el 2019
16 nov 2018 . Actualizado a las 18:36 h.En una decisión sin precedentes, el PSOE de A Coruña decidió ayer cerrar las puertas del debate entre los cuatro candidatos que aspiran a liderar su candidatura en las municipales del 2019.
En las primarias de hace cuatro años, cualquier ciudadano pudo acercarse a la sede para ver el cara a cara entre Mar Barcón y Ángel Garmendia. Pero ayer la Casa del Pueblo de Zalaeta se quedó en casa de los militantes.
Solo los afiliados pudieron asistir, entre ellos el presidente provincial, Valentín González, y el delegado del Gobierno, Javier Losada, ya que también se vetó la presencia de la prensa, una decisión tachada de «disparatada» o «incomprensible» por parte de algunos asistentes.
Ya en la presentación del cara a cara, la secretaria general, Eva Martínez Acón, pidió a la prensa que, tras las fotos de rigor, abandonase la sede. Explicó que el coloquio era un «acto privado» y que la decisión de hacerlo a puerta cerrada era «del partido».
Fue, efectivamente, casi un acto privado. Con esos vetos, los candidatos, Rafael Arangüena, Juan Ignacio Borrego, José Manuel García e Inés Rey, solo pudieron hablar ante una fracción de los 522 afiliados llamados a votar este domingo. Al inicio del debate la audiencia era de unas 160 personas, pero pasadas las 21.30 horas, cuando se acercaba a su final, quedaban unos 120.
La decisión de la ejecutiva no solo privó a la mayor parte de la militancia de un testimonio de primera mano del desempeño de las cuatro personas que aspiran a liderar el partido que gobernó A Coruña durante 28 años, también dejó sin él a los casi 22.000 votantes que respaldaron a los socialistas en el 2015, o incluso a sus más de 65.000 electores potenciales, si se atiende a los resultados que obtenía en los años 90.
El primer tramo del debate fue una presentación personal de los candidatos. Inés Rey se reivindicó como mujer y socialista, y recordó su militancia desde hace 18 años. Rafael Arangüena reivindicó un proyecto «progresista y transversal», y puso sobre la mesa unas palabras de Felipe González que subrayan la necesidad de que los cargos públicos tengan experiencia previa: «Aprended y después venid a la política». José Manuel García destacó el «honor» que le supone ser el portavoz del grupo municipal y reivindicó el papel del PSOE en «transformar la vida de las personas». Juan Ignacio Borrego subrayó su vínculo personal y familiar con el partido, y reivindicó su pasado como representante sindical y los conflictos laborales que defendió frente a la Xunta.
Después comenzaron las exposiciones políticas. Arrancó Inés Rey, que partió con críticas a la candidata del PP, Beatriz Mato, «la candidata de Feijoo» y a la Marea, por su «mala gestión» y no haber «pasado del eslogan». Hizo un llamamiento a la unidad, del partido, reivindicó el legado de los gobiernos socialistas, defendió la necesidad de una comunicación más intensa entre los cargos electos y la agrupación local, insistió en que «tenemos que ser transparentes» y... quiso la casualidad que fuese en ese momento cuando un miembro de la ejecutiva local recordó a los redactores de los medios que debían irse, y con educación les acompañó hasta la puerta.
El debate continuó, varios asistentes señalaron que se mantuvo el tono cortés. Las mismas fuentes , todas ellas vinculadas de una forma u otra a los candidatos, contaron que se entró en temas delicados, como el suelo electoral del partido. Durante la última fase, Rafael Arangüena, «contundente», e Inés Rey, «muy fuerte en el cuerpo a cuerpo» hasta «sacar aplausos espontáneos» se mostraron muy críticos con la gestión de José Manuel García, que «se mantuvo en su discurso» mientras Juan Ignacio Borrego se situaba fuera de la melé.