El padrino de los molinos del Égoa

CATERINA DEVESA CARRAL / LA VOZ

CARRAL

Iria Vilas

Pepe do Curro, de 92 años, descubrió los nombres de cinco de las joyas del patrimonio de Carral

18 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Foi grazas a que me atopei con Pepe do Curro». Así empezó un trabajo de casi dos meses de duración por parte de la concejala Florinda Duarte, encargada del área de Educación, Traballo e Benestar, en el Concello de Carral. «Todos os días me dedicaba a isto. Desde as oito da mañá ata as oito da tarde, ou máis», explica Florinda. En un primer momento, cuando el Concello decidió emprender la tarea de recuperación del origen de los molinos de Costa da Égoa, pensó «que preguiza». Sin embargo, ahora afirma: «Foi o mellor que fixen. Porque isto forma parte da nosa historia e agora as xeracións futuras poden coñecelo».

Una historia, la de las tradicionales construcciones de molienda, que constituye uno de los mayores tesoros de Carral. En concreto, se trata de diez molinos que se encuentran a la orilla del río Abelleira. Una ruta que atrae a cientos de personas hasta el municipio carralés por la belleza de su paisaje natural y por su valor histórico. «Facemos moitas excursións con nenos e agora por fin, podemos contarlles o funcionamento que tiñan os muíños», un mecanismo que han descubierto por un vecino de Herves. Se trata de José Rodríguez Coto, más conocido como Pepe do Curro. Él, que de pequeño se desplazaba con su abuela a moler, fue quien explicó a la concejala cómo funcionaban realmente en aquella época. «Hai unha especie de fiestra nos muíños que eu non sabía para que valía. Foi Pepe o que me explicou que aí se poñían as pas e ata me reconstruíu unha», relata Florinda. Estas «pas» eran las herramientas de las que disponían los molinos pera dejar entrar y salir el agua. «Agora que o sabemos imos reconstruír unha para poñer un muíño a funcionar», adelanta la concejala.

Un trabajo de investigación

Pero, este no es el único descubrimiento de Pepe do Curro. Porque, gracias a este vecino de 92 años, el Concello de Carral ha podido recuperar el nombre de cinco de los molinos. Además, Pepe, les informó de su localización exacta y les ayudó a encontrar a las familias propietarias. «Eu son o padriño, e ela a madriña dos muíños da Costa da Égoa», cuenta Pepe, que bromea: «Agora por fin os bautizamos».

El trabajo de identificación de los propietarios de cada molino fue de los más complicados para el Concello, ya que en muchos de los casos un mismo molino pertenecía a varias familias. «E nós queriámolo facer ben, por iso contactamos cos diferentes donos e asinamos con cada un deles un convenio de cesión». Un documento en el que el ayuntamiento se compromete a asumir el mantenimiento y realizar las obras de reparación necesarias para su conservación. Para recopilar todos estos datos la ayuda de Pepe fue fundamental. «El permitiume ir completando as fichas do puzle», afirma la concejala, que añade: «Ten unha memoria envexable». Sus recuerdos le permitieron a Pepe explicar que antes a esas construcciones «lle chamaban tarulos, porque eran muíños por pezas. Entón non tiñamos que pagar maquía, que era o porcentaxe de grans que debías dar polo uso do muíño», aclara. «Facía moitos anos que non ía ós muíños». Volver le ocasionó una tormenta de recuerdos: «Acordeime moito da miña avoa, que era tamén a miña madriña», confiesa.

Ahora, que por fin se han recuperado sus nombres originales, Pepe está más tranquilo: «Os novos saberán a historia». Y expone: «E espero que lle deixen de chamar os do Batán».

VALOR HISTÓRICO

Una ruta llena de sorpresas

El Muíño de Orxeira, el de As Teixoeiras, el de Os Bares, el de Daraté y el del Escribano, forman el conjunto de cinco que, gracias a Pepe do Curro, han podido ser identificados. Hasta ahora, el Concello desconocía sus nombres y a quién pertenecían originariamente.