Nadie lo ha logrado hasta ahora. Traducido en cifras, supone más de 25.000 personas pagando entrada para ir a verle
29 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando algo hace clic ahí dentro ocurren cosas como esta. Tanto da lo que digan los melómanos exquisitos o esos haters que sienten el deber de poner un emoticono de vómito en cuando algún artista popular emerge en las redes sociales. De pronto, el cantante engancha y se genera una cadena que puede llegar a casos tan extraordinarios como el de Melendi. No contento con hacer un doblete, se encamina hacia el triplete en el Coliseum. De consumarlo, logrará un récord histórico. Nadie lo ha logrado hasta ahora. Traducido en cifras, supone más de 25.000 personas pagando entrada para ir a verle.
No es la primera vez que el asturiano —que parecía en caída libre allá por el 2008, cuando actuó en el Noroeste insultando al público— deja a todos boquiabiertos en la ciudad. En el año 2013, el promotor Gandy había cerrado un concierto con él para abril. Decía entonces que si superaban las 5.000 personas lo consideraría un notable éxito. Se pusieron las entradas a la venta y, sin un solo cartel pegado en la calle, ocurrió lo inesperado: en marzo no había ni una sola disponible de un aforo de 8.500 localidades.
Aquello hizo frotar los ojos a más de uno. El cambio de imagen logrado a través del programa La Voz, mostrándose como un personaje familiar, estaba detrás. Pero sobre todo el clic, ese que diez años después no solo ha mantenido la devoción, sino que la ha hecho gigantesca. Y, en un más difícil todavía, con el añadido de que el artista estuvo en verano en el Morriña Fest. A cualquier otro le perjudicaría. Pero no importa aquí. La gente tiene ganas de ver a Melendi. Muchas. Aunque haya tantos que no lo entiendan. Cuestión de clic. De sentirlo o no. En mi interior no hay noticias de tal conexión. Pero mi pensamiento lleva diez años perplejo.