Si no se alcanza un acuerdo de calado, el vencedor será elegido por menos del 50 % de los militantes
21 nov 2018 . Actualizado a las 21:48 h.En el 2014, Mar Barcón y Ángel Garmendia compitieron en las primarias para elegir el candidato a la alcaldía del PSOE. La portavoz se impuso con 261 votos, el 65 % de los emitidos, frente a los 140 de su rival. La indiscutible victoria de Barcón solo tenía una mácula: no llegaba al 50 % de la militancia, compuesta en aquel entonces por 580 personas.
Ese dato era un indicio de las fracturas en el cuerpo del PSOE coruñés, que condicionaron el trabajo de la vencedora como candidata y secretaria general.
Esas heridas, lejos de curarse, han empeorado, incluso aunque hay menos militantes. Esta vez podían votar 537 personas. En la primera vuelta lo hicieron 392, una participación ligeramente más alta que el 70 % del 2014.
Los cuatro candidatos obtuvieron resultados muy alejados de los de Barcón. El ganador fue José Manuel García, con 143 votos, el 36,6 % de los emitidos. En segunda posición se situó Inés Rey con 96 votos, el 24,6 %. Competirá con García en la segunda vuelta. Por detrás se quedaron Rafael Arangüena, con 81 apoyos, y Juan Ignacio Borrego, que obtuvo 70.
Todo indica que la participación en la segunda vuelta será inferior a la del pasado domingo.
Con ese hándicap, García tendría que lograr 118 votos de los 151 que lograron los dos candidatos descalificados para alcanzar el resultado logrado por Barcón.
Será muy complicado que llegue a la marca de su mentora política, ya que en la primera vuelta Borrego y Arangüena se situaron en la oposición a sus postulados.
Rey está aún más lejos, y no alcanzaría la cifra de Barcón ni sumando esos 151 votos, necesitaría movilizar a los militantes que se quedaron en casa el domingo.
Por lo tanto, es muy probable que, como le ocurrió a Barcón, el próximo candidato del PSOE sea elegido con el respaldo de menos de la mitad de los militantes.
Será un indicio de que las divisiones continúan. El nuevo candidato podría tener más éxito que su predecesora para cerrar las grietas, aunque las circunstancias son muy complicadas. Ninguno de los cinco ediles del grupo municipal respaldó a García. Rey cuenta con dos concejalas, que no han tenido una relación demasiado fluida con los otros tres ediles, que apoyaron a Borrego. Además, la candidata tiene enfrente al grupo más numeroso de la agrupación -los antiguos fieles a Barcón-, que apoyan a José Manuel García.
La única solución pasa por un acuerdo de alcalde, pero no lo hubo antes de la primera vuelta y ahora, tras los choques de esa fase, es aún más complicado.