Juego revuelto en los buses urbanos

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Casi todas las líneas han sufrido modificaciones desde el pasado verano

23 nov 2014 . Actualizado a las 09:00 h.

La ristra de obras que recorren la ciudad han supuesto cambios, muchas veces importantes, para los conductores, pero no menos relevantes son los que afectan a los usuarios del transporte público. Para ellos la transición tampoco ha sido fácil, y será todavía más compleja desde el próximo martes. Rematadas las obras de Emalcsa en la ronda de Outeiro, el Ayuntamiento cortará para su reforma Federico Tapia. Cambiará el tráfico y, de paso, muchas paradas y recorridos de los buses.

Movilidad no ha tenido más remedio que asumir el impacto de las obras y reorganizar la circulación en determinadas zonas de la ciudad. Entre los vehículos afectados, los buses urbanos. Pero además, la concejalía que dirige Begoña Freire decidió aprovechar los movimientos para introducir mejoras, en ocasiones provisionales -a la espera de ver los resultados- y en otras, definitivas.

La Marina y Glasgow-Picasso

La primera gran revolución en el tráfico tuvo lugar el pasado mes de junio. Entonces se cerró Alférez Provisional por las obras del túnel de la Marina. Y poco después siguió sus pasos el subterráneo de María Pita. Cuatro líneas se vieron afectadas, la 1A, la 2, 2A y 23A. Las modificaciones no fueron muy grandes. Básicamente desapareció la dársena de Puerta Real y los buses tienen que dar la vuelta en Ánima, donde también hacen parada. La antigua parada se desplazó unos metros a la cuesta del Parrote. Ahora los autobuses llegan al hospital Abente y Lago.

La otra gran modificación de las líneas se produjo el pasado octubre -habrá más- a causa de la construcción del paso elevado entre Glasgow y Picasso, que mantendrá unidos los barrios de Elviña y el Birloque por encima de la tercera ronda. Supuso un drástico descenso de la permeabilidad hacia San Cristóbal y el desplazamiento de muchas líneas, básicamente de Picasso a Salgado Torres. Los urbanos que cambian son: 5, 12A, 20, 21, 22, 23 y 23A. La 5 pasó a circular, de modo definitivo, por Joaquín Planells, la 12A por Salgado Torres en dirección salida y las Pajaritas en dirección entrada. Las 21, 22, 23 y 23A se desplazan a Salgado Torres, donde se han instalado dos paradas provisionales, una a la altura de la farmacia de la segunda fase de Elviña y la otra a la altura del paso elevado.

Federico Tapia

El último gran cambio llegará el próximo martes y afecta a diez líneas: EU, 24, 3, 3A, 21, 22, 23, 4, 11 y 6. Se da la circunstancia de que la líneas 23 se ha visto afectada por todas las actuaciones. Entre los grandes cambios, destaca el de la 6, que pasará a recorrer la ronda de Monte Alto haciendo paradas allí. La 23 llegará al fin hasta el Abente y Lago. La 3 y 3A pasarán por el túnel de Juana de Vega para ahorrar tiempos y cambian la parada de la plaza de Pontevedra por Juan Flórez, 10. Finalmente, en el resto de los casos, lo que predomina es la instauración de recorridos más simplificados para mejorar frecuencias. Básicamente, el bus sale de las calles más estrechas del centro de la ciudad y se desplaza hacia el exterior, al paseo marítimo. En total, son 17 de un total de 23 las líneas de bus que se han visto modificadas desde el pasado mes de junio.