La gestión del Finisterre y de la Solana no variará tras su venta

e. eiroa / f. molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Tanto Hesperia como Metropolitan mantendrán sus contratos

24 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Cambia el capital detrás del Finisterre y de la Solana, pero sobre el terreno, nada cambia. El Banco Pastor, hasta ahora accionista mayoritario, deja su sitio a dos nuevos inversores, el madrileño Antonio Rey Alba y el argentino Gustavo Alejandro López Patto. Los dos se han hecho con las acciones que se encontraban en manos de la entidad financiera y de Juan Carlos Cebrián. Para ello desembolsaron 12,5 millones de euros.

El emblemático hotel -y su complejo deportivo- deja de ser de capital gallego -aunque los dos socios tienen raíces en Galicia-, pero en el Parrote las cosas, a nivel laboral y de cara al público, seguirán como estaban. «Las instalaciones están en manos de unos grandes gestores. Tienen un contrato a largo plazo y están gestionando con buen criterio y dando buen servicio, así que seguiremos como estamos», aseguró Rey Alba, que añadió que «Galicia tiene para nosotros mucho atractivo».

También corroboraron este punto tanto el director del Finisterre, Rafael Benito, como el de la Solana, Carlos Filgueira. «Quiero enviar un mensaje tranquilizador, porque todo va a seguir como estaba», decía ayer este último, quien resalta que la concesión cambia de manos pero no la explotación. Esta se rige por contratos distintos. El Finisterre está en manos de la cadena Hesperia, y así seguirá, mientras el complejo deportivo seguirá gestionado por otra cadena nacional, Metropolitan, que lo lleva desde el año 2005 y seguirá al frente.

Ambos responsables destacan que, en los dos casos, no habrá variaciones de condiciones laborales ni de plantilla e insisten en que las cosas seguirán igual que hasta ahora.

El director del hotel asegura que los planes del establecimiento permanecen inalterados: «Nuestra agenda sigue igual que antes, con los mismos eventos contratados: congresos, bodas, conciertos... Nosotros -por la cadena Hesperia-, somos los que hemos firmado los contratos y los que respondemos de los mismos, sea quien sea el titular de las instalaciones. La gestión continúa llevándola Hesperia y no hay visos de que esto vaya a cambiar», apunta Benito.

La venta, con todo, afecta exclusivamente a la concesión, no a la propiedad, ya que el único cinco estrellas de A Coruña es propiedad de la Autoridad Portuaria. Los 12,5 millones de euros afectan a esa cesión que, en todo caso, caduca en el año 2027, si bien es renovable.