La Fundación Ortega da por concluido el nuevo Padre Rubinos y lo entregará el lunes

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La escuela infantil abre el miércoles y será el primer espacio en funcionamiento

28 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los plazos son los plazos y la Fundación Amancio Ortega los ha cumplido a la perfección, algo poco habitual cuanto se trata de construir un edificio de 15.882 metros cuadrados. Hace dos años promovía el inicio de la construcción de la nueva sede de la institución benéfico social Padre Rubinos, sobre el proyecto de la arquitecta Elsa Urquijo y con un plazo para construirlo de 24 meses. El próximo lunes, dos años después, la Fundación Amancio Ortega hará entrega a los responsables de Padre Rubinos de las nuevas dependencias en las que ha invertido 25 millones de euros.

Si a principios de este mes las vallas de las obras iban desapareciendo, en los últimos días es posible ver la llegada de diverso mobiliario para las nuevas dependencias. Además, en la entrada de las mismas se puede leer, junto con el nombre, este texto: «Donado Fundación Amancio Ortega». Serán responsables de la misma los encargados de hacer entrega de unas instalaciones que empezarán a funcionar el día 3 de septiembre con la llegada de los alumnos de la escuela infantil. Según el proyecto, esta escuela tiene capacidad para un centenar de escolares con dos aulas para los de 0 a 1 años, tres aulas para los de 1 a 2 y otras dos para los de 2 a 3 años. Comedor, cocina, despensa y un patio exterior de juegos, entre otros espacios, ocupan poco más de 1.200 metros cuadrados.

La mayor zona del nuevo centro, más de 7.600 metros cuadrados, está destinada al albergue que tiene capacidad para 200 personas. Entre los servicios incluye 58 habitaciones de corta estancia y una veintena de plazas para grupo de inserción, mientras que en el comedor, con capacidad para 200 personas, ofrecerá comida y cena. También cuenta, entre otros servicios, con sala de curas, lavandería, cocina, ropero y recogida de ropa. Y completan las instalaciones el centro de día, con capacidad para 40 plazas, y la residencia de mayores, prevista para 180 usuarios. Estas plazas están repartidas entre las 26 plazas para dependientes válidos, 60 para dependientes moderados y 34 para grandes dependientes, de ellas 20 de salud mental.

La horizontalidad marca estas edificaciones que se articulan entorno a un gran plaza que da a la ronda de Outeiro, con zonas ajardinadas y terrazas y, lógicamente, la sede social de Padre Rubinos y la residencia de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul. Se trata de un conjunto que, según apuntan desde Padre Rubinos, «está llamado a convertirse en una instalación de referencia en Europa». Para la arquitecta, Elsa Urquijo «será una casa abierta, punto de defensa y abrigo para los necesitados».