Alvedro propulsa la economía

A CORUÑA

31 ago 2014 . Actualizado a las 14:25 h.

Ajeno a los estériles debates sobre la utilidad del aeropuerto, Alvedro ha cerrado en julio el mejor mes del último lustro, con unas cifras inéditas desde los años dorados de la economía gallega, ajena a la crisis. La terminal coruñesa se aproxima a los cien mil usuarios mensuales y, con los datos actuales, la barrera del millón de viajeros, la estimada en el plan director, se pulverizaría sin problema. Las cifras no hacen más que dar la razón a la decidida apuesta que el gobierno local hizo hace poco más de un año para relanzar el aeropuerto coruñés. La desaparición de Spanair hizo languidecer las cifras del aeródromo y las alarmas se encendieron.

Los datos de ocupación hotelera e incluso de actividad económica cayeron en picado y en paralelo con la pérdida de conexiones del aeropuerto coruñés. El sector turístico empezó a echarse las manos a la cabeza y el alcalde, Carlos Negreira, reaccionó al margen de la mal llamada comisión de coordinación de la política aeroportuaria gallega, donde cada terminal escribía su particular carta a los Reyes Magos con unas demandas de rutas muchas veces descabelladas.

Negreira apostó por restablecer las conexiones con los dos grandes hubs españoles, Madrid y Barcelona. Tuvo que sacrificar, por los caprichos de los pensadores de la Xunta, la ruta de Ámsterdam, consolidada en A Coruña y fracasando, por segundo mes, de forma estrepitosa en Santiago. Pero, de la mano de Air Europa y sus nuevos enlaces, Alvedro salió del estado de letargo inducido y se ha convertido en el aeropuerto español de mayor crecimiento en los últimos doce meses.

Repercusiones en la comarca. La reacción municipal se ha traducido en un sinfín de buenas noticias económicas. El sector turístico supera cada período de actividad con cifras mejores que las del ejercicio anterior, rebasando tanto los índices de ocupación como el gasto medio por visitante. El peso del área coruñesa en el PIB gallego crece cada trimestre y los datos de paro, alarmantes aún, reflejan una situación menos grave que en el resto de Galicia. Alvedro no solo es positivo para A Coruña, sino que toda su comarca se beneficia de su buen momento. La siguiente lectura debería pasar por implicar a los municipios colindantes en su promoción y apoyo a través de planes conjuntos, aunque ese paso aún parece demasiado lejano.

No menos importante es la diversificación de las compañías y rutas en Alvedro. La concejala del ramo, Luisa Cid, ya sabe que Vueling no mantendrá la tercera conexión a Barcelona, a pesar de su gran nivel de ocupación. Y la amenaza sobre el codiciado slot de Heathrow es igualmente preocupante por el empuje de otras ciudades más poderosas económicamente. Quizá sea el momento de reforzar una apuesta que se antoja clave para el futuro de la comarca.

Garmendia, una cara nueva. La semana política deparó la salida al ruedo de Ángel Garmendia, un funcionario judicial, militante de base, comprometido con varias plataformas deportivas y educativas y con un mensaje muy alineado con las tesis más renovadoras del PSOE. Ya bregado en las luchas internas, el problema de Garmendia es el de muchos de sus competidores, como Pedro Armas o Javier Ramírez: la división del voto del sector crítico, que beneficia de forma clara a Mar Barcón, cuya posición se ha ido solidificando en los últimos procesos internos.