Numerosas personas siguieron el acto, que dejó estampas de gran belleza por el encendido de antorchas
16 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El libro de la Semana Santa coruñesa se detuvo ayer en el capítulo dedicado la procesión de la Piedad. Cientos de personas secundaron la marcha que recorrió una buena parte de la Ciudad Vieja. Como la gran mayoría, salió del Templo de la Venerable Orden Tercera discurriendo hasta la plaza de María Pita para, una vez allí, dar la vuelta hasta la iglesia de nuevo pasando por la plaza de Azcárraga. Tras ella, los devotos arrastrados por la veneración.
Organizada por la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro, que recuperó en los primeros años ochenta la tradición que peligró en los años setenta, la procesión dejó estampas de gran belleza. Especialmente, en el primer paso. Varios de sus integrantes portaban antorchas, algo que destacó especialmente al caer la noche y reducirse la luz a medida que avanzaba el acto que empezó poco después de las nueve de la noche.
También destacaron los atuendos de sus protagonistas, de túnica marrón, cíngulo franciscano color blanco y capuz marrón con escudo con la Cruz del Santo Sepulcro.
Cortes de tráfico
Durante la celebración del acto se tuvo que cortar la circulación rodada en algunos tramos. Al tratarse de una zona con escaso tráfico no se provocaron problemas dignos de mención ni especiales trastornos a los conductores.