Dieciséis años de espera en Muxía

Mara Senra REDACCIÓN / LA VOZ

MUXÍA

El Parador de Muxía se encuentra en su recta final tras casi dos décadas de demoras

29 ene 2019 . Actualizado a las 20:59 h.

Han pasado 17 años desde que las costas gallegas se tiñeron de negro tras la tragedia del Prestige. Sin embargo, uno de los compromisos contraídos tras la catástrofe, la creación de un Parador en la Costa da Morte, todavía no ha visto la luz.

Esta mañana Óscar López, el presidente de Paradores anunciaba que el proyecto se encuentra entre «las prioridades fijadas para este año», pero tras más de una década de complicaciones y retrasos, cuesta creer que las obras del tercer Parador de la provincia de A Coruña lleguen a su fin.

La cronología

El 24 de enero de 2003 se celebró en A Coruña el Consejo de Ministros que aprobaba dotar el Plan Galicia con 12.459,5 millones de euros, así como hacer realidad una de las promesas más esperadas tras el Prestige: la creación de un Parador en la Costa da Morte. Una decisión polémica debido al estado en el que se encontraban otros puntos de la Costa da Morte afectados por el Prestige y cuyos alcaldes demandaban más medios para su reparación al entonces presidente del gobierno, José María Aznar.

Cinco ayuntamientos presentaron sus candidaturas para albergar el proyecto: Cee, Muxía, Ponteceso, Muros y Corcubión. Sería a finales del 2003, concretamente el 22 de diciembre, cuando se conocería que Muxía sería el emplazamiento elegido para realizar la obra, tras una reunión del entonces vicepresidente del gobierno, Rodrigo Rato en Carballo. 

En aquellos días se estimaba la inauguración del Parador para la primavera de 2004. Sin embargo, el único que tenía noticias acerca el Parador en aquel año era Alberto Blanco, alcalde de Muxía que ante las críticas de grupos ecologistas como Adega, alegaba que lo único que buscaban era «destruir, e poñer en perigo o desenvolvemento da Costa da Morte». Cabe recordar que la asociación ecologista denunciaba que «a los propietarios de los terrenos sobre los que se levantará el parador se les está ofreciendo poco más de un euro por metro».

No sería hasta cuatro años después, cuando volvería a haber avances en el Parador. El 1 de septiembre de 2007 se registraba la marca Parador de Muxía por parte de Paradores de Turismo de España. Esta inscripción en la Oficina Española de Patentes y Marcas garantizaba que solo podría haber un Parador de Muxía y que tendría que estar concretamente en el lugar de Lourido. No obstante, el Parador necesitaría otros cuatro años para comenzar sus obras de mano de la empresa pública Tragsa, cuando en mayo del 2011 el Consejo de Ministros aprobó finalmente su ejecución.

Pero la odisea no había hecho más que comenzar. El entonces ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, anunciaba en marzo de 2012 que el Gobierno central no acometería la construcción de nuevos paradores, debido a que la Administración no se encontraba en condiciones de llevar a cabo este tipo de inversiones. A este hecho se le sumaron las críticas del socialista Pachi Vázquez, a lo que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo respondía que «faremos o parador de Muxía».

De esta forma, los trabajos de construcción no se reanudarían hasta después de la firma del acta de replanteo en junio de ese mismo año, llevada a cabo con presencia de responsables técnicos del Ministerio de Industria, Tragsa y el arquitecto director, Alfonso Penela que situarían en el 2 de julio de 2012 la vuelta al trabajo.

Tras seis años y medio de obras y paralizaciones continuas, parece que el Parador, por fin, verá la luz este año. Los trabajos aunque todavía non han terminado, se encuentran en su recta final con la colocación del acristalado y azulejado así cómo de los últimos detalles. Además, el presidente de Paradores ha confirmado en Santiago que el Parador de Muxía se abrirá al público antes de que acabe el año, aunque no ha precisado cuándo.

Con este Parador con el que la certeza nunca es absoluta, quizá sea finalmente este año 2019 el que vea sus puertas abiertas tras dieciséis primaveras de espera.