Andrea Cameán, la larachesa que con 30 años dirige dos negocios de éxito

La hostelería es para muchos un mundo del que huir a toda prisa en términos laborales. No obstante, ella tiene 30 años y dirige encantada dos negocios de éxito junto a su pareja, el malpicán José Antonio García Montes. Se trata de Andrea Cameán Ramos (Torás-A Laracha, 1993), gerente del Restaurante Material y del Area Chill Out, ambos en Malpica. En este último comenzó trabajando hace ya ocho años, y fue en los tres últimos cuando se puso al frente con Tono, que había iniciado el proyecto junto a su hermana Laura. Durante el verano, este es el lugar favorito de muchos para refrescarse con cócteles, batidos, copas y cafés especiales.

El establecimiento de comidas surgió como un proyecto muy personal en junio del 2021. En realidad, se empezó a fraguar un par de años antes, pero la pandemia lo paralizó. Lo cierto es que el covid también los llevó a matizar algunos aspectos. Quisieron apostar por el municipio en el que viven, enfocándolo a algo que no existiera ya allí. Y lo lograron. Centran su cocina en la brasa, poniendo el foco en los pescados que se capturan a diario en la localidad. Y no les va nada mal. Para ejemplo, que al poco de abrir, para ser exactos, «aos oito meses», cuenta Andrea, ya recibieron la visita de un inspector de la guía gastronómica más prestigiosa del mundo, la Michelín. Un tiempo después, a finales del 2022, se hizo público que pasaban a ser un restaurante recomendado por los paladares más exigentes. Y en el 2023 repitieron, de modo que aún ostentan el reconocimiento.

La inversión en este local fue potente: más de 168.000 euros, de los que el Grupo de Acción Local del Sector Pesquero Costa da Morte les subvencionó el 47 %. Es un negocio que resulta muy acogedor, tanto por su dimensión, con cabida para 27 personas, como, sobre todo, por su decoración y el trato cercano.

Cameán Ramos siempre quiso ser diseñadora de interiores. No obstante, inició los estudios del grado en Logopedia. Lo cierto es que desde muy joven, con 17 años, empezó a trabajar de camarera en pubs para ganarse su propio dinero. Y ya nunca más dejaría el mundo de la hostelería, pues cuando incluso tuvo otro trabajo distinto, lo compaginaba con los fines de semana detrás de la barra. «Sempre me gustou e vinlle o lado positivo. A miña ilusión pasou a ser montar o meu propio negocio. Dei cunha persoa á que tamén lle traballa moito a cabeza e decidímonos a dar o paso», comenta.

No puede evitar reconocer que está «súper contenta» del resultado y, por qué no, también orgullosa por todo el esfuerzo que esconde detrás. La gastronomía era para ellos un mundo aún por explorar, aunque les apasionaba. Se rodearon de grandes profesionales, se formaron et voilà: «Sempre que haxa unha ilusión e un obxectivo, as cousas saen adiante», señala, aunque «ser emprendedora, non é un camiño fácil», traslada. En su caso, tuvo que aprender a gestionar su empresa: «Saber cantos traballadores precisas, os días que abrir... E iso é a base de probas e erros».

Aunque suene a clásico, defiende que la calidad es el aspecto que más define lo que hacen tanto en el Material como en el Area Chill Out. Trabajan con «bo producto», al que la brasa le da ese toque de «pureza». Es, así, una cocina muy básica, sencilla, casera, pero, a su vez, con aires modernos. Tomaron como referencia que se realiza en el País Vasco.

Además de todas las gestiones que implica tener un negocio, en este caso, dos (en los meses de calor), la larachesa dirige la sala del comedor y también está con el mandil puesto en el chiringuito de verano. Pero ni aún así se olvida de «desfrutar, porque aí tamén se aprende», defiende. Así, viaja, recorre ferias, está pendiente de las tendencias... Y ojo, porque aún no descarta seguir creciendo: «Gustaríame sacar adiante máis proxectos, pero algo que se complemente cos que xa temos, porque son das que pensa que nos negocios hai que estar». Actualmente, en temporada baja, trabajan ellos dos solos en el restaurante. En los meses fuertes, contratan a tres personas para reforzarse. Y para la terraza fichan a cuatro trabajadores. En total, una plantilla de siete profesionales más ellos dos.

---

---

---