El Laboratorio Ecosocial do Barbanza aspira a ser un modelo de gestión forestal

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Los representantes de las diferentes entidades que participan en el proyecto, tras la presentación.
Los representantes de las diferentes entidades que participan en el proyecto, tras la presentación. MARCOS CREO

Las entidades implicadas en el proyecto cuentan con una subvención de dos millones de euros para desarrollar la iniciativa hasta finales del 2025

05 abr 2024 . Actualizado a las 17:10 h.

Ponía en valor el arquitecto David Chipperfield lo difícil que es lograr el consenso necesario entre diferentes entidades para sacar adelante un proyecto. Hacía esta reflexión en el transcurso de la presentación del impulso que acaba de conseguir el Laboratorio Ecosocial de Barbanza gracias a una subvención de dos millones de euros obtenida a través de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica. En la iniciativa están implicadas ocho comunidades de montes barbanzanas, la USC, la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, la Fundación Montescola, el Concello de Rianxo y la Fundación RIA, que coordina el plan, así que con su afirmación Chipperfield destacaba el ejemplo de implicación y compromiso de cada una de esas instituciones para sacar adelante una propuesta que aspira a convertirse en un modelo de gestión del territorio a nivel europeo.

El Laboratorio Ecosocial pretende ser un proyecto transformador sustentado en la gestión multifuncional y la custodia colectiva del territorio, como se puso de relieve en el acto celebrado en Rianxo. Precisamente, esa apelación a lo común, a lo colectivo, que representan las comunidades de montes es uno de los aspectos más valorados por la Fundación Biodiversidad para seleccionar la propuesta barbanzana dentro de la línea de ayudas para el fomento de la bioeconomía forestal. Así lo manifestó por videoconferencia Gemma Rodríguez, coordinadora de esta convocatoria, quien señaló que el objetivo de la iniciativa es apoyar «proyectos que promueven la gestión y aprovechamiento de los recursos forestales respetando la biodiversidad».

Adrián Capelo, coordinador de estudios de la Fundación RIA, explicó brevemente los antecedentes y primeras fases del proyecto y habló también de sus objetivos, que pasan por recuperar zonas abandonadas y degradadas del monte barbanzano para conservar la biodiversidad, prevenir los incendios y generar empleo y nuevas oportunidades económicas mediante la gestión conjunta del territorio.

Las acciones del plan

Para ello, están planificadas una serie de acciones que incluyen propuestas como introducir la ganadería regenerativa, el aprovechamiento sostenible de los recursos, el desarrollo de talleres formativos y actividades educativas y de voluntariado ambiental, la evaluación de las capacidades de la gestión comunitaria del territorio o el aprovechamiento energético colectivo, entre otras.

Y todo ello con la ambición de expandir el modelo y de servir de inspiración para otras comunidades locales. Este aspecto, el de convertirse en un modelo, fue repetido por quienes participaron en la presentación. Para conseguirlo, Lourenzo Fernández Prieto, director científico del Centro de Investigación Interuniversitario de los Paisajes Atlánticos Culturales (Cispac) de la USC, apuntó los cuatro pilares sobre los que debe sustentarse la iniciativa: lo comunal; los conocimientos, capacidades y formas de manejo locales adaptadas a la realidad concreta de cada monte; el conocimiento universitario fusionado con el conocimiento local; y el apoyo de las instituciones para enraizar todo el conjunto.

La USC también es partícipe a través de otro grupo de investigación, la Unidad de Gestión Ambiental y Forestal Sostenible (Uxafores), cuya coordinadora, Esperanza Álvarez, estuvo en Rianxo explicando en qué consistirá su aportación a la iniciativa.

Defensa del monte

En representación de los comuneros rianxeiros, agrupados en la Plataforma en Defensa do Monte, una pieza fundamental en el impulso al laboratorio, intervino el presidente, Rafael Saco. Él puso en valor el papel de las comunidades de montes: «O que fan, fundamentalmente, é preservar o que é de todos para os que veñan despois». La plataforma nació como respuesta al incendio que devastó más de dos mil hectáreas en Rianxo en el 2019 con el objetivo de ofrecer una alternativa a la gestión del monte que dio pie a unas directrices que entroncan directamente con el Laboratorio Ecosocial.

El alcalde rianxeiro, Julián Bustelo, puso en valor el papel de esta plataforma, mientras que el director de la Fundación Montescola, Joám Evans, señaló que su papel en el proyecto tendrá un carácter más social, incidiendo en acciones en los centros escolares y de voluntariado ambiental.

Por último, el presidente de la Fundación RIA, David Chipperfield, mostró su esperanza en que la iniciativa sirva de inspiración a otras comunidades y se mostró convencido de que «el éxito de este proyecto demostrará que fortaleciendo las iniciativas existentes promovidas por las comunidades locales podemos contribuir a combatir los retos que enfrentan nuestros territorios, especialmente las áreas rurales».