Pedro Arufe: Talento noiés para defender A Madroa

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

La joven promesa recala en el equipo cadete de División de Honor del Celta de Vigo tras su paso por el Noia y el Conxo

27 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La concentración y valentía de Carles Puyol, el liderazgo y la garra de Sergio Ramos. Tratando de emular a esos dos referentes se construye el futuro de una de las perlas futbolística de Barbanza. Pedro Arufe González (Noia, 2005) es desde hace semanas nuevo jugador del Celta de Vigo. Recalará en A Madroa para formar parte del equipo cadete de División de Honor, y lo hace persiguiendo un sueño y siguiendo una tradición familiar. El fútbol viene de atrás en su casa.

«Empecé a jugar en el Noia con 7 años, pero ya lo hacía desde pequeño, con mi padre, con mi tío y con mi abuelo. Ellos fueron los que comenzaron a meterme en el mundo del fútbol», explica este adolescente que demuestra que tiene las cosas claras. «Creo que lo difícil no es tanto llegar, sino mantenerse. Lo más complicado empieza ahora, tendré que hacer un esfuerzo mayor, pero creo que con dedicación todo se puede conseguir».

Este espigado zaguero, formado entre las canteras del Noia y del Conxo, hizo que los ojeadores olívicos se quedaran con su nombre. Dueño de una habilidad innata para moverse por el césped, también destaca por su capacidad para ir al corte, para el juego aéreo y su habilidad para sacar el balón jugado. Haber desempeñado la posición de centrocampista le ha permitido dominar más registros.

Pero sabe que todavía le queda mucho por crecer. «Tengo que seguir esforzándome. Ahora donde más juego es como central. Este año me tocó competir en División de Honor con los compañeros de un año más. Tenía que jugar más con la cabeza porque no dependía tanto de mi físico. Creo que fue más difícil, pero me enriqueció mucho».

Con un pie en el que es actualmente el mejor club del fútbol gallego, Arufe cuenta los días para vestir por primera vez la camiseta celeste. «Estamos entrenando individualmente, pero no es lo mismo. Quiero empezar, entrar en la dinámica de equipo y conocer a los compañeros. Tengo muchísimas ganas de que llegue el primer partido y debutar, la verdad», afirma entusiasmado.

El primer equipo

Aunque cuente los días para empezar una prometedora etapa en su carrera deportiva, Arufe no se olvida de su paso por el campo de San Lázaro: «Estuve cuatro años muy buenos. Tanto por los compañeros como por el entrenador. Fueron los que más disfruté, jugábamos para pasarlo bien. Ahora es más serio, también tenemos que competir».

Sobre su paso por el Conxo solo guarda buenas palabras: «Fueron otros cuatro años muy positivos. Me lo pasé muy bien, ¡no quiero decir que no!, pero es diferente, es más serio, tienes que pensar también en ganar, en competir. Conocí a mucha gente y fue una gran experiencia».

Lo que viene por delante lo afronta con ilusión y con determinación: «Mi objetivo y el de todo el mundo es llegar a Primera. Sé que es muy difícil, pero lo voy a intentar hasta dónde pueda. Voy para dar lo máximo. Tendré que esforzarme más que ahora. Sé que tendré dar mucho más para jugar porque los compañeros también lo querrán y habrá que ganárselo».

Deberá hacerlo mientras acaba sus estudios en cuarto de ESO, que cursará en Noia. «Tendré que ir desde aquí a Vigo para entrenar, es un esfuerzo a mayores. Será duro, pero me lo tomo con muchísimas ganas», señala.

«Sabe que o seu traballo son os estudos e o fútbol é un hobbie», explica su padre, también Pedro Arufe, otrora futbolista que destaca que fueron las buenas notas del joven las que le permitieron recalar en el Conxo: «Foi un bo premio polo seu traballo».

El examen

Sin olvidar los libros y los exámenes, Pedro Arufe tiene ahora un nuevo proyecto en A Madroa. Allí deberá demostrar que ese pequeño que se formó viendo a Carles Puyol y a Sergio Ramos es capaz de seguir quemando etapas: «Los dos me gustan, Ramos, por su garra, Puyol, porque a pesar de no ser tan técnico fue capaz de triunfar en el Barça y en la selección».

Ahora a él le toca dar un salto de gigante para recalar en la cantera celeste. Se lo toma como un premio, un regalo que quiere aprovechar: «Es una experiencia nueva». Después de un año frenético, ya no queda nada para que el talento de Noia defiende el césped de A Madroa.