La reaparición de Alberto Varela

José Ramón Alonso de la Torre
J.R. Alonso de la torre EL CALLEJÓN DEL VIENTO

AROUSA

Martina Miser

El alcalde ha cambiado de estilo y ahora informa de todo en la Sala Blanca vestido de gris

26 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Alberto Varela y la candidatura del PSOE creían que ganarían las elecciones municipales sobrados, pero no. Ganó Ana Granja con la candidatura del PP y los socialistas han tenido que pactar para gobernar. Se imponía hacer autocrítica y la han hecho. Más allá del: «Que te vote Txapote», el PSOE había caído en los vicios que aquejan a todos los alcaldes con mayoría absoluta salvo si te llamas Abel Caballero: cierta suficiencia y demasiada seguridad. Para recuperar el tono y los votos, el alcalde de Vilagarcía se ha impuesto deberes y uno de ellos es estar muy presente y dar ruedas de prensa e informar de manera cercana de todo lo que ha sucedido, sucede y sucederá en Vilagarcía, algo que no pasaba en el mandato anterior.

Este frenesí informador a veces se pasa de rosca como ha sucedido con el tema de la limpieza, que ha protagonizado tres ruedas de prensa: una para presentar la nueva maquinaria de limpieza de playas, otra para presentar las nuevas barredoras de las calles y una tercera para presentar los contenedores de basura. No sabemos si también se presentarán los camiones, el detergente, el personal limpiador uno a uno… Pero no hay problema: mejor que sobre claridad e información que no que falte.

¿Pero cómo son estas ya famosas ruedas de prensa? Asistimos a una la semana pasada y vaya por delante que son entretenidas y didácticas. Eso sí, el alcalde presenta lo que le interesa a él, los periodistas preguntan por lo que les interesa a ellos y, al final, Alberto Varela debe cortarlas porque si no, le estropean la siguiente rueda de prensa. Ya se sabe: convocas a la prensa para informar de un párking y acaban preguntándote por el tamaño del árbol de Navidad.

Las ruedas se celebran en la sala blanca de juntas del Concello, que, por cierto, la remodeló Tomás Fole durante su mandato. Es una sala enmaderada, inmaculada, con gran pantalla sobre fondo rojo, mesa amplia, vaso con bolis, dos ventanales grandotes abiertos porque hace calor (tema para la oposición: ¿por qué está la calefacción alta y hay que abrir ventanas?), 15 sillas negras, picaportes dorados, 12 periodistas, cámaras y fotógrafos, la concejala Tania García tomando nota y el alcalde apareciendo con seis minutos de retraso.

Esto de la puntualidad tiene su historia. Cuando empezaron estas ruedas de prensa del arrepentimiento, la puntualidad era británica, o sea, vilagarciana. Hoy es más española. O sea, una rueda de prensa convocada para las 11 en realidad se celebrará «a eso de las 11». No es el desmadre de impuntualidad de Tomás Fole ni el pitorreo de Rafael Louzán presidiendo la Diputación, que media hora después de la hora de la convocatoria avisaba de que estaba en una rotonda y llegaba enseguida. Pero de seis minutos de retraso se pasa a siete y a ocho y al final, todo es «a eso de las…» y cunde la desesperación.

Se escucha un cierto revuelo, Pili Manteca, periodista del gabinete de comunicación municipal, avisa de que ahora sí, Martina Miser, fotógrafa de La Voz, que entretiene mucho la espera con comentarios divertidos, canta eso de que viene, que viene. Y es verdad, vino, se sentó y empezó el acto, que tiene mucho de ritual.

Alberto Varela venía vestido de negro y gris, con un cierto estilo de cura moderno, aunque sin llegar al buen rollo Raphael del cura de A Xunqueira. Habla en gallego, habla despacio y te crees lo de la cercanía porque igual es verdad: una mezcla natural y lógica de Milucho y Nandi, sus padres. Explica los temas que tocan. A saber: transporte escolar, puntos de recarga eléctrica para coches, párking en Xoán XXIII, tejado de la Iglesia de San Martiño de Sobrán, ayudas de la Xunta al Curtas y, desde luego, la esencia política de estas sesiones: la Xunta no apoya en Vilagarcía lo que sí apoya en otras ciudades, razonamiento, que, lógicamente, el PP retorcerá para decir que el Gobierno de España no apoya en Vilagarcía lo que sí apoya en otros lugares.

Llegan las preguntas y hay un detalle curioso que deben de aprender los socialistas en sus cursos de liderazgo: cuando se responde a un periodista hay que usar sus nombres: Antonio, Fátima, Puri… Lo hace Pedro Sánchez en Moncloa, lo hace Alberto Varela en Ravella… Pero claro, los periodistas quieren saber de cuestiones que no están en orden del día del pleno municipal que provoca esta rueda de prensa. Y entonces empiezan a surgir temas variados y polémicos: los bonos del comercio, la iluminación de Navidad, la piscina y sus obras, la biblioteca y sus obras… Alberto generaliza: «Las obras acabarán en breve plazo». Risita malvada de los periodistas y el alcalde se viene arriba: «Las obras acabarán antes de fin de año y la biblioteca quedará espectacular».

Pero los informadores arousanos son insaciables y quieren saber cuándo se encenderá la iluminación navideña (tema sensible y perverso desde que en 2015 no se encendió al apretar el botón). El alcalde confiesa que el uno de diciembre. Y corta porque como siga dando cuerda, le preguntarán por la cabalgata de Reyes, el Antroido, Santa Rita, San Roque… Y le estropearán las ruedas de prensa de aquí al verano. Es lo malo que tienen las reapariciones, que la prensa se emociona.