La señalización que se instaló hace un año tras rescatar tres vecinos a un hombre hundido en el fango ha sido destrozada y tirada
16 abr 2024 . Actualizado a las 14:47 h.Hace un año, un vecino asturiano de 70 años sufría un grave incidente al quedar atrapado entre el lodo en la playa urbana de Os Bloques, en Ribadeo, cuando se dirigía a su lancha, amarrada y varada de marea baja. El hombre comenzó a hundirse hasta el punto de no poder moverse. El riesgo para él era que comenzaba a subir la marea, con lo que podía morir ahogado. La fortuna hizo que lo viese un vecino de Ribadeo, Miguel Balsa, cuando braceaba pidiendo ayuda. Acudió en su auxilio, pero no logró rescatarlo, de modo que pidió ayuda a los bomberos y al 112. Antes llegaron otros dos ribadenses, logrando liberar al hombre atrapado. La fortuna se alió en este caso, ya que aún siendo la playa de los Bloques una zona frecuentada por gente, por discurrir por allí el sendero de As Aceas, el riesgo fue evidente. Balsa, que entonces era presidente del Club de Remo de Ribadeo, lo advertía: «Se cae a noite e sobe a marea, acabaría mal», manifestó en aquel momento, solicitando al Concello que tomase medidas para advertir del riesgo. Y así se hizo.
Pocos días después de este incidente, el Concello colocaba un cartel advirtiendo del peligro que supone algunas zonas de la ría con barros y lodos, en particular destinado a los visitantes, que no conocen el riesgo oculto en estos lugares.
Pero ese cartel ya no está en su lugar. Ha sido destrozado y tirado entre las piedras del espigón. Se ignora desde cuándo está así, aunque se sospecha que hace ya bastante tiempo.
No solo la playa de Os Bloques entraña peligro de quedar atrapado en el lodo. En el 2016 ya se registró otro suceso parecido en la zona de As Aceñas, cuando un bote varó al bajar la marea y uno de sus tripulantes quedó atrapado en el fango hasta la cintura sin poder salir cuando trataba de empujar la embarcación hacia la orilla. Se alertó a Protección Civil y también al parque de bomberos de Barreiros, pero los que primero llegaron para ayudar fueron un grupo de niños del Club de Remo de Ribadeo que estaban dando un paseo por la zona mientras los padres preparaban una barbacoa para la comida de fin de temporada del club. Vieron al hombre en apuros y uno de los chicos decidió llamar a su padre. Finalmente con una cuerda, y atados, tirando todos a una, lograron sacar al hombre del barro que lo había atrapado.