Secretismo en Alcoa y salidas posibles

M. S.

A MARIÑA

PEPA LOSADA

13 abr 2024 . Actualizado a las 14:54 h.

El proceso de venta de la fábrica de Aluminio de Alcoa en A Mariña lucense está, oficialmente, en marcha. Esta semana se ratificó el acuerdo de confidencialidad -entre Gobierno, Xunta y la multinacional- mientras duren las negociaciones. Alcoa ha contactado con grupos a los que pudiera interesar la planta; eso ha comunicado a las Administraciones. 

La propia Alcoa ha marcado los plazos: en mayo escuchará ofertas no vinculantes; en junio ya las vinculantes. A las Administraciones, en particular a la  Xunta, les parece demasiado optimista el plan y sobre todo los plazos; demasiado cortos para una operación de esta envergadura que no va a resultar fácil.

No lo fue la última vez que intentó vender la planta a 1 euro.

Si Alcoa logra vender, habrá que ver en qué condiciones. Porque también es, no lo olvidemos, la propietaria de la refinería; la que aporta la materia prima -bauxita transformada- para producir aluminio. A ver cómo queda el empleo.

Pero también hay que tener en cuenta otros plazos que van corriendo en paralelo. Se están agotando los fondos para el complejo industrial de A Mariña. A mediados de año, tal como reiteró Alcoa, se acabarán y no pondrá un dólar más. ¿Y si se acaban los fondos y no hay venta materializada? Esa es la gran cuestión.

Los más de mil trabajadores del complejo (y no olvidemos a más de 500 de las empresas auxiliares) se agarran al acuerdo de viabilidad firmado. Legalmente, ante la Justicia, es muy importante. Por eso Alcoa ha reactivado las primeras cubas aún contra su voluntad. Porque el comité ha obligado a cumplir dicho plan de viabilidad que, insisten, «es nuestro futuro». Y es así, por un camino, el laboral, o por otro, el judicial.

Alcoa está en crisis, a nadie se le escapa. Acumulando pérdidas año tras año y en riesgo, de aquí a unos meses, de entrar en insolvencia. Lo ha dicho su jefe mundial, Willyam Oplinger. ¿Cuál es la salida? La que están intentando ahora es la venta. Para el comité y varios partidos la solución inmediata puede estar en la intervención pública, temporal, de la fábrica por parte de la SEPI. De hecho, esta misma semana PP y BNG (sí, PP y BNG) aprobaron esta intervención pública temporal para salvar Alcoa. 

Los representantes de los trabajadores lo tienen claro y así lo manifestaron: «Salvar Alcoa está en manos del Gobierno».