Nadie sabe cómo aplicar la norma que eliminará los descartes a partir del próximo enero

La Voz

FIRMAS

23 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Celeiro cerró ayer la edición diecinueve de un simposio pesquero en el que, desde el viernes, se habló en diferentes momentos de las normas europeas que pretenden eliminar los descartes. Por lo que han dicho gestores públicos y portuarios, científicos y pescadores, nadie sabe cómo aplicarlas, pero a todos les preocupan las repercusiones «negativas» sobre la rentabilidad de las flotas.

Carlos Larrañaga, director de Ordenación Pesquera, llamó ayer la atención sobre un «problema» para el que España espera «flexibilidades» como las que ha concedido la UE a los pelágicos del norte. A partir de enero, esa flota empezará a traer a puerto todo lo que captura, para no tirar al mar nada de lo que entre a bordo, aunque no pueda venderlo ni regalarlo.

Como en el resto de la Europa costera, en España impera el escepticismo sobre la eliminación de los descartes. «Ya veremos cómo conseguimos aplicarla, porque en Noruega llevan 25 años y no lo han logrado», contó Larrañaga ayer. Entre otros muchos aspectos por concretar, en el simposio pesquero de Celeiro se mencionó el tratamiento de las capturas no deseadas en los puertos o su aprovechamiento. Con los objetivos que marca la norma, la flota podría «no ser productiva», según Larrañaga.